Muchos odontólogos pediátricos creen que el uso prolongado y frecuente de los vasitos entrenadores contribuye a la formación de caries en niños pequeños. Los vasitos entrenadores son una herramienta excelente para facilitar la transición del biberón al vaso común. Sin embargo, los vasitos entrenadores se volvieron tan eficaces para evitar los derrames y goteos, que la mayoría de los padres continúa usándolos aun cuando sus hijos ya no son bebés. Como consecuencia, las caries pediátricas (llamadas a menudo “caries del biberón”) tienen cada vez mayor prevalencia en niños de dos a cinco años.
La Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica (AAPD, por su sigla en inglés) aconseja a los padres que un odontólogo pediátrico realice un “control pediátrico completo” aproximadamente seis meses después de que haya salido el primer diente. En esa visita al consultorio, el odontólogo pediátrico puede enseñar a los padres el uso del vasito entrenador y las rutinas generales de cuidado bucal, así como también proporcionarles estrategias para eliminar hábitos orales indeseados.
¿Cuándo debe mi hijo usar un vasito entrenador?
El vasito entrenador se debe introducir cuando el niño es físicamente capaz de sostenerlo y se lo debe dejar de usar tan pronto como el niño tenga suficiente control motriz para usar un vaso para adultos, alrededor del año. Apenas aparecen los dientes en las encías, los niños corren riesgo de sufrir caries, por eso es crucial implementar una rutina de buenos cuidados bucales lo antes posible.
Durante el período de uso del vasito entrenador, los odontólogos pediátricos proporcionan a los padres las siguientes pautas:
No llene los vasitos entrenadores con bebidas azucaradas (siempre que sea posible, opte por el agua).
No permita que los niños beban continuamente del vasito entrenador (retire el vaso una vez que hayan terminado de beber).
No permita que el niño se lleve el vasito entrenador a la cama (a menos que contenga agua).
No use el vasito entrenador para calmar al niño cuando está angustiado (en especial uno que contenga bebidas azucaradas).
Enjuague el vasito entrenador con frecuencia para eliminar gérmenes.
Si el niño debe tomar bebidas azucaradas, que sea en el horario de las comidas (cuando la producción de saliva está en su nivel más alto).
¿De qué manera causan caries los vasitos entrenadores?
Los vasitos entrenadores no causan caries por sí solos. A menudo, el verdadero problema es que los padres tienden a llenarlos con bebidas azucaradas que favorecen la aparición de caries. Algunos ejemplos de esas bebidas son: leche materna, leche maternizada, jugo de fruta, gaseosas y agua endulzada.
Como los vasitos entrenadores permiten la salida de poca cantidad de líquido, los azúcares de las bebidas están todo el tiempo en contacto con los dientes del niño. Las bacterias bucales se alimentan de esos azúcares y producen ácidos bucales perjudiciales. Los ácidos atacan el esmalte de los dientes, los debilitan y los hacen susceptibles a las caries. A veces, las caries se forman entre los dientes y son difíciles de verlas consultas semestrales al odontólogo pediátrico son la mejor forma de controlar el estado de los dientes y de asegurarse de que no se estén formando caries.
¿Qué vasitos entrenadores debo elegir para mi hijo?
No todos los vasitos entrenadores son iguales. La Asociación Estadounidense de Odontología (ADA, por su sigla en inglés) ofrece las siguientes pautas para elegir un buen vasito entrenador:
Evite las válvulas “antiderrame”: en esencia, los vasitos entrenadores con válvula antiderrame no facilitan al bebé la tarea de sorber. Solo liberan una pequeña cantidad de líquido, lo que significa que los azúcares circulan por la boca con mayor frecuencia.
Elija el pico: los vasos con tapa a presión o a rosca que tienen pico son la alternativa preferida. Esos vasos fomentan buenos hábitos de bebida, en contraposición a los que son “biberones con pretensiones”.
Dos asas son mejor que una: el objetivo de la transición es que el niño se sienta lo suficientemente cómodo para agarrar una taza para adultos. Como los vasos más grandes requieren el uso de ambas manos, es mejor que el niño adopte este hábito desde temprano.
Si tiene alguna pregunta o inquietud acerca de las caries o del uso de vasitos entrenadores, consulte a su odontólogo pediátrico.